Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

00011. Nuestra autoconciencia en el Universo

 

Es nuestra autoconciencia una separación que hacemos de nosotros mismos respecto al mundo observable, una toma de conciencia de nuestro papel efector y afector con relación a los actos, pensamientos, sentimientos, deseos e intereses que identificamos como propios. Mientras los demás seres vivos modifican la naturaleza con su presencia de manera inmediata, es decir, son su actividad vital, nosotros como seres vivos animales humanos (SVAH) nos relacionamos con la naturaleza de una manera mediata con unos instrumentos para los fines y los objetivos que nos resultan posibles. No obstante, ya que como humanos adquirimos conciencia de nosotros mismos en la modificación instrumental de la naturaleza y, sobre todo, al relacionarnos con el Otro (humano), debe quedar claro que de los Otros hemos de tomar prestados conocimientos impropios que nos autoexplican la existencia y nos ayudan a mostrarla. En nuestra autoconciencia tiene un importante papel el lenguaje, una realidad en tándem de nuestro pensamiento que aparece por la existencia del Otro. La autoconciencia pues nos porta y asila la esencia de lo humano. Con ella disponemos de un amplio sentir por el que relacionamos lo externo a nosotros con nuestra interioridad como SVAH. 

Para nuestros YOES, social o no, el aprendizaje lo es todo (y no decimos que es fundamental, sino que es esencialmente todo nuestro potencial). Según hemos aprendido, así hemos sido; y somos según aprendemos. Pero en este análisis de como trabaja nuestro humano sistema nervioso (SN) no debemos olvidar cuanto depende ese aprendizaje de la imitación y mucho menos cuanto depende de la estructura recibida de SN al inicio del aprendizaje  y de sus modificaciones por necesarios acoplamientos durante el mismo. Igualmente, como SVAH social hemos de tratar, sin tregua, la búsqueda e identificación de un mecanismo eficaz que explique como conseguir un adecuado desarrollo social.

Y es que no podemos explicar, ni explicarnos, de manera separada a la explicación del universo al que pertenecemos. Además, el estudio de nuestra naturaleza en sí no debemos emprenderlo antes de estudiar y mostrarnos los distintos y primordiales elementos de esa naturaleza que nos precede. Habremos de buscar criterios científicos que justifiquen nuestra organización como ser vivo, nuestro SN y nuestra sociabilidad. Y será la ciencia la que nos dé las explicaciones mostrando la existencia de un altruismo biológico por necesario que debidamente conjuntado con la reflexión inteligente estrateguen por una sociabilidad adecuada. Somos como humanos un organismo autopoiético y lo somos en una organización social, también, autopoiética (sea del gusto o no del creador conceptual de autopoiesis). Buscaremos pues los criterios científicos que nos expliquen nuestro circunstancial rol en el Universo.

Antes de todo esto situaremos al SVAH en nuestro Universo, en nuestro Sistema Solar, en nuestra Tierra, en nuestro conjunto de Seres Vivos; y será en estos últimos donde explicaremos nuestra naturaleza animal y nuestra naturaleza especialmente inteligente. Después, una vez hallado nuestro lugar en el mundo observable, nos relacionaremos  con los Otros y con nosotros mismos (también ambos observables).


 


Modificado el 03/10/2012 e.c.

Pylon & Sánchez