Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

00013. Cerebro: la tara y la carga

 

Decía el romano: Quod ab initio beneficium fuit, usu et aetate fit debitum (lo que en un principio era beneficio, por el uso y el tiempo se convierte en carga).

Dicen los Diccionarios del Castellano sobre Carga, (De cargar):

  • 1. 4. f. Peso sostenido por una estructura.
  • 2.14. f. Cuidados y aflicciones del ánimo.

 

Y sobre Tara (Del ár. hisp. ṭár[a], y este del ár. clás. ṭarḥ, acción de quitar, restar o apartar):

  • 1.1. f. Peso del continente de una mercancía o género, vehículo, caja, vasija, etc., que se rebaja en la pesada total con el contenido.
  • 2.3. f. Defecto físico o psíquico, por lo común importante y de carácter hereditario.

 

 

Pues bien, el cerebro humano como recipiente o vasija puede variar su capacidad de carga con el uso y el tiempo, y a la vez aumentar su tara que en sí es propia carga. De hecho a lo largo de la vida va aumentando la carga emocional propia, tarándose con la primera acepción de la academia y cargándose emocionalmente de las ajenas.

Hasta aquí, en un cerebro “normal” puede incluso solo haber un desequilibrio entre la tara y la carga produciéndose desarreglos emocionales transitorios mientras se reajusta la segunda (la carga).

Pero ¿que pasa si la tara viene, como dice el diccionario, con un defecto importante de carácter hereditario? Pasa que el recipiente o es pequeño o no está preparado para transportar la carga y no hará falta esperar al paso del tiempo ni al uso, ni a reajustes de carga. Aquí el desarreglo es constante.

La vida es inicialmente un supuesto beneficio que con la edad y el discurrir de la misma se convierte en carga, para todos, siempre, en mayor o menor grado. Dependiendo de la tara de nuestro cerebro llevaremos la carga con mayor o menor sufrimiento.  


 


Modificado el 03/10/2012 e.c.

Pylon & Sánchez