Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

00056. La maternidad


 

 

Nosotros conocemos y hemos conocido a madres y a padres. Además, conocemos y sabemos de la maternidad, pero no sabemos ni conocemos de la paternidad.

En cualquier nivel de nuestra escala animal existe, con mayor o menor adecuación, la maternidad. Un mandato de los genes que, en la mayoría de los casos, proporciona al hijo la protección extrema de la madre, por encima de cualquier vicisitud. Un mandato que, entre los homo, sobrepasa toda racionalidad hasta ir en contra de ella, si es preciso, y situarse por encima de otras necesidades, sean racionales o no.

Nosotros conocemos y sabemos de madres que incluso mueren por sus hijos. Madres que dan parte de sus vidas en pro de la de sus engendros. Madres que durante toda su existencia vigilan a sus productos, clones parciales de su ARN mitocondrial. Madres entregadas a que la tiranía de los nucleícos haga su gobierno mas allá del periodo que va de la concepción a la autonomía del nuevo ser. Madres que incluso prolongan su maternidad por encima de la muerte de sus descendientes, si es que esta sucede antes de la propia por el azar de la naturaleza y su cultivo.

Nosotros no conocemos ni sabemos de la paternidad. Es este un concepto de diccionario y de querer equiparar las responsabilidades para con los hijos por parte de una sociedad humana que busca igualar derechos y condiciones para con sus sexos. Nosotros no conocemos ni sabemos de la maternidad fuera de la mujer, sea o no su hijo engendrado o adoptado.

Y es que la mujer tiene impreso en el genoma un estilo cognitivo compatible con esa maternidad. Un estilo cognitivo femenino, hormonalmente femenino. Y los hombres que nos parecen tener paternidad no son mas que cuasi hombres con estilo cognitivo femenino , hormonalmente femenino, producto de algún momento de su neurogenesis.


Modificado 28/10/2012 e.c.

Pylon & Sanchez