00061. Una cabeza bien amueblada

La cabeza, la sesera, entendida como el superganglio del sistema nervioso , recibe símiles como el de bien o mal amueblada. Amueblada con muebles pensados como enseres u objetos que la adornan y/ o confortan.

Y es que esto, del adorno y del confort, tiene su miga. El adorno a veces barroquiza y el confort otras muchas simplifica. Y es por esto que, sacando números entre lo barroco y lo sencillo y entre el confort y lo incomodo, podemos obtener una media próxima al uno o al muy poco, al menos donde caerse muerto y que mas solo que la una sea el mínimo ya que ni donde caerse muerto  y menos que la una es ya nada y esto si que resulta difícil de percepcionar. 

Una cabeza es una casa de la que se heredan sus estructuras básicas a saber, el solar, una cimentación inicial y unos materiales para su construcción cuyas calidades hay que ir equilibrando: una de cal, otra de arena...Un equilibrar que vendrá en cierta manera dictado por otro balanceo, el del adorno confortable o del confort adornado. Un existir, un ser que nos sirva de morada adecuada por lo bello y amable de sus enseres y objetos , y por lo cómodo de los mismos. 

En definitiva queremos comunicar que una cabeza o una casa bien amueblada será aquella que no tenga muchos ni pocos enseres, solo los necesarios, y que estos necesarios biológicamente, físicamente, en lo que respecta al sistema nervioso, a su superganglio, sean los adecuados, los cómodos para el discurrir del ser.

Hay mas casas cómodas y bellas al raso, sin techo, y con solo el cántaro y la porra, que grandes mansiones llenas de un lujo cargante.

Modificado 11/10/2012 e.c.

Pylon & Sánchez