Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

00076. La subjetividad perdida


 


Nosotros, como sujetos enfrentados al mundo externo, como singulares pensadores o sentidores separados de lo externo en la medida que nuestra supuesta intimidad librepensadora nos lo permite y como un todo ensimismado, perdemos nuestra subjetividad en favor de la objetividad subjetivada del otro. Y eso viene a ocurrir cuando abrimos de par en par nuestro cerebro para que el otro lo observe.

Es la inteligencia el único arma que tiene el homo. Y forma parte de ella saber administrar nuestro conocimiento, nuestro pensamiento, nuestro saber conducirnos por la vida. Pues bien, para este saber conducirse por la vida, para la prudencia, es fundamental que el otro solo conozca de nosotros lo básicamente necesario para una relación social. Cuando abrimos de par en par nuestro pensar, el otro, conoce nuestra mejor arma: nuestra mismidad.

Perdemos esta mismidad cuando la compartimos con el otro. Cuando contamos a un médico, a un psicólogo,a un sacerdote, a un abogado, a un juez o a una persona amada la esencia de nosotros mismos. Esa esencia que es nuestra mayor herramienta intelectual deja de tener nuestra exclusividad, pasa a ser información del otro, quien haciendo uso de una presunta objetividad que siempre está subjetivada intenta trastrocar o enjuiciar nuestra conducta con un sistema métrico de valores que seguramente ni son tan válidos ni el tan siquiera los ejercita.

Nuestra mismidad es la que nos hace ser y subjetivar. Eso no se comparte.


 

16/10/2012 e.c.


 

Pylon & Sánchez