00089. Colaboradores necesarios y cómplices propiamente dichos.
Sistema Nervioso versus Sistema Social
El sistema nervioso, esa máquina de supervivencia integrada en la esencia de la organización de un cuerpo para aferentar y eferentar la existencia, tiene , como toda estructura, representantes de distintos tipos y jerarquías. Así, el lóbulo frontal, el prefrontal concretamente, gobierna la acción ejecutiva (conjunto de habilidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de objetivos, la formación de intenciones y planes , así como el proceder de acciones mediante procesos cerebrales superiores, la ordenación de los quehaceres y la capacidad de realizarlas eficientemente) gracias a las neuronas que son el primer rango en las células del sistema nervioso. Constituyen, por así decirlo, la aristocracia - la élite- funcional del sistema nervioso. Son los feudales de una gleba que tiene siervos. Señores que han evolucionado con sus súbditos y que habiéndose instalado en la democracia de un sistema en el que, si bien se oye a todos, no todos tienen igual representación en la acción ni en la pre ejecución.
Así, de la misma manera que las sociedades parecen elegir mediante el sufragio universal a sus representantes para la acción,mediante el voto – mediante el presunto libre albedrío- es el sistema nervioso una estructural en que todos sienten y se manifiestan pero no todos deciden.
Por ello la glía, las células de sostén del sistema (astroglía, macroglía y oligodendropglía) dá una estructura, una defensa y una operatividad al sistema desde el punto de vista plástico, inmunológico, endocrino y metabólico. Necesarias para el sistema pero sin ser ejecutivas, desde el punto de vista de lo superior.
La sociedad tiene sus aristos, que al igual que las neuronas nacen y se hacen, pero también tiene su sostén – su glía – que está indicada para lo que lo está. Que nace y se hace pero no se transforma.
Por último, el sistema nervioso cuenta con unos elementos cómplices, con unos colaboradores necesarios y cómplices propiamente dichos, que unas veces son neuronas y otras glías para el engaño racional o tan solo percepcional de la realidad como las creencias, las paranoias, lo lúdico...y un largo etc. Son cómplices en la sociedad los religiosos, los políticos, los banqueros, los narcotraficantes y los lúdicos. Todos en realidad somos conniventes en mayor o menor medida. Unos mentimos, otros ayudamos a mentir y otros distorsionamos la percepción para que parezca real lo que no lo es.
15/04/2013 e.c.
Pylon & Sánchez