00092. Explicaciones oportunas.
Sobre el yo, el alter ego y los heterónimos.
Los autores de Nuestros pensamientos firman en las distintas ocasiones como el uno, como el otro y, a veces, como los otros dos.
Puntualmente el rubricante se corresponde ya con uno o dos yoes ya con la amalgama de un yo y un heterónimo. Cosas del alter ego y de la necesidad precisa de esclarecer unas identidades con distintos caracteres, independientes, autónomas, de biografías propias y que forman parte del pasado, del gerundio o podrán configurar el futuro.
Casaro es una especie de acrónimo pertrechado con el nombre y los apellidos del primordial, del que dispusimos con frecuencia durante la niñez y la adolescencia. Se precedía de Carolo por la latinización que un profesor de esa lengua no muerta hiciera de nuestro nombre. Carolo Casaro es pues el joven que crece, padece y aprende.
Malagues representa la etapa existencial nuestra en la que una notable depresión nos golpeó fraguantemente hasta la cuasi laminación de la no tan férrea mismidad. Malagues fué una personalidad intensamente reflexiva que parió y alumbró a Pylon.
Pylon, de pilón (figuradamente machacón), obedece a la tenacidad personal de este ser surgido tras la superación del desequilibrio humoral. Es Pylon nuestro preferible y mas actual yo. Es el encuentro, nunca antes percibido, de nuestro cerebro neurológico y nuestro cerebro neurofilosófico.
Finalmente nos resta decir que Sánchez es el vástago, el eje, sobre el que giran los previos.
Todos son afines. Todos son distintos. Todos nos son necesarios.
02/12/2012 e.c.
Pylon & Sánchez
Heterónimo y ortónimo respectivamente.
Con la necesaria colaboración de Casaro & Malagues , para-ortónimo y pro-heterónimo correspondientemente.