Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

00099. Soliloquiar no es alucinatorio


 


 


 

 

 

Hablar solo, soliloquiar, no es locura, puede ser una acción de mantenimiento del aparato fonador de nuestro más usado método de comunicación: la palabra oral. Es tan de cuerdos o tan de locos como escribir, como escribir solo, en una acción de mantenimiento del aparato escribidor, de ese otro método menos usado de comunicación: la palabra escrita. Ambas cosas, hablar y escribir solos, son a menudo diálogos y autoexposiciones sobre nuestro existenciar.


 

 

 

Hablar solo puede indicar también que se establece diálogo con voces que no tienen un foco emisor y que se perciben subjetivamente, en un mundo llamado alucinatorio. Pero esta explicación no es muy aclaratoria, ya que existen diálogos orales y escritos con voces (reflexiones) de nuestro interior que no tienen procedencia en una pseudoemisión física de la voz a la que recepcionaríamos subjetivamente y si en la interrogación o en el diálogo interno de nuestro existenciar que pregunta y plantea cuestiones derivadas de él.


 

 

 

Luego ni hablar, ni escribir...solos constituyen anormalidades. Tampoco la alucinación, su definición, es concluyente en cuanto a la emisión física del estímulo de percepción subjetiva (ya que toda percepción lo es, subjetiva). Así que deberíamos dar lenguaje más adecuado a la emisión de aferencias internas y alejarla de la simplificación basada en la subjetividad de la percepción.


 

 

 

Y es que el lenguaje del método científico, en algunas ramas del conocimiento, tiene serias dificultades para desligarse del lenguaje no creado por tal método y casi siempre heredado de otras disciplinas, científicas o no, cuando no del lenguaje vulgar.


 

20/02/2013 e.c.


 

Pylon & Sánchez