Neurología y Neurofilosofía para Transhumanos 

        Pylon Sánchez , neurólogos neurofilósofos  

10001.3. El Humor Bipolar en la Historia de la Medicina

 

Trataremos aquí de hilvanar todos aquellos eventos de la existencia humana que nos sirvan como un nexo evolutivo, desde los primeros tiempos de nuestra occidental historia hasta los contemporáneos días, para lo que conocemos, hasta ahora, como Trastorno Bipolar.

Desde la Antigüedad, aunque se había observado una relación entre los episodios de manía y los episodios de melancolía, se consideraba a ambos como unas enfermedades distintas, independientes y alternantes. También se las consideraba como complicaciones la una de la otra.


A pesar de lo expuesto, en el siglo I antes de la e.c. (Era Común) se las empieza a relacionar, a la manía y a la melancolía, como partes de un mismo proceso patológico, pero tal observación va a caer en el olvido durante unos dos mil años hasta que en el s. XIX es retomada por parte de los alienistas franceses, teniendo durante todo este tiempo una inflexión, muy a menudo olvidada por los historiadores de la medicina, de la mano del aragonés (de Aragón, España) Andrés Piquer (1770) como ya veremos.


Aunque hay quienes defienden que en el s. I a. de la e.c., los seguidores de las escuelas médicas metodistas y los seguidores de Herófilo, hicieron ya una conexión entre la manía y la depresión, lo cierto es que la Historia de la Medicina sitúa con mucha frecuencia a Areteo de Capadocia (médico griego, s. I - II a. de la e.c.), como el primero en señalar a la manía y a la melancolía formando parte de un mismo proceso morboso, y donde la una representaba la contraparte de la otra. El desarrollo de la manía era, pues, un empeoramiento de la enfermedad, la melancolía, más que un cambio a otra enfermedad. Areteo describió con mucho detalle todas las fases de la manía y sus brillantes observaciones cayeron en el olvido hasta dos mil años después en que las redescubrieran los alienistas franceses del siglo XIX.


El médico francés Jean Fernel (1497-1558) distinguió y describió tres tipos de melancolía: una forma triste, una forma con licantropía y una forma con excitación (manía). Para él, la enfermedad base era la melancolía, mientras la manía solo erauna exacerbación violenta de ella.

En España, Andrés Piquer (1711-1772) estudió la unidad nosológica manía melancolía.En su obra es de reseñar el “Discurso sobre la Enfermedad del Rey Nuestro Señor D. Fernando VI”. En él hace unas descripciones clínicas y unos análisis del curso de la enfermedad que son muy características.

En Francia también, pero procedente de los planteamientos ideológicos de la Ilustración, surge la Psiquiatría como un movimiento general representado por Pinel y Esquirol.


Pinel (1745-1826) publicó un Tratado médico-filosófico sobre la Manía, y Esquirol (1772-1840), luchó contra el término melancólico (nada científico para él) ya que era utilizado en un amplio sentido vulgarmente para designar distintos estados de tristeza y publicó en 1938 “Las enfermedades mentales”, uno de los primeros libros de texto en Psiquiatría. Allanó este último el camino para Falret y Baillarger.

Tanto Pinel como Esquirol insistieron en la necesidad de abandonar las especulaciones y centrarse en la observación clínica con la finalidad de obtener unos rasgos comunes y hacer las agrupaciones de las distintas especies clínicas (alineación mental).


Jean-Pierre Falret, fué discípulo de Esquirol y describió el trastorno bipolar como una entidad independiente. Así, en 1851 publica su obra: “Sobre la locura circular o una forma de enfermedad mental caracterizada por la alternativa regular de la manía y de la melancolía”. Acuñó en 1854 el término "folie circulaire" (locura circular) caracterizada por la sucesión regular de la manía, la melancolía y un intervalo lúcido, al menos aparentemente. También estableció una relación entre la depresión y el suicidio. Su trabajo le condujo a la denominación de Psicosis Maníaco-Depresiva. En sus investigaciones clínicas halló la enfermedad en ciertas familias, reconociendo la participación genética en su transmisión.


En 1854, Jules Baillarger, fué otro discípulo de Esquirol que, casi en simultáneo con Falret, presenta una teoría: folie à double forme (“locura de doble forma”) que se caracterizada por la sucesión de dos peróodos claramente separados, uno de excitación y otro de depresión.

Es a mediados del siglo XIX, con Falret y Baillarger, cuando finalmente se reconoce por primera vez en la Historia de la Medicina el concepto moderno de lo que actualmente, de momento, se entiende por el trastorno afectivo bipolar como una entidad independiente. No obstante, hay que recordar que fue Andrés Piquer quien primero lo estableció  en 1770 en su obra la Praxis medicae ad usum Scholae Levantinae.


En 1863, Kahlbaum introduce la terminología de la psiquiatría francesa de Falret en la psiquiatría alemana, pero hay que observar que, previamente a ello, Griesenger (1845) había aislado en un paciente una alternancia bipolar que se vinculaba a las estaciones del año: la manía (en la primavera) y la melancolía (en el  otoño y el invierno).


Fué Emil Kraepelin quien introdujo el concepto de locura maníaco-depresiva como una entidad nosológica y patológica independiente. En 1913, en la 8ª edición de su tratado, Psychiatrie, incluyó la melancolía involutiva, y fué en esa 8ª edición donde sentó las bases de algunos los principios clínicos:


Introdujo el concepto de locura maníaco-depresiva.Todas las psicosis, las periódicas y las circulares, la manía simple, algunos diagnósticos de la melancolía y algunos síndromes amenciales los introdujo en ese concepto.

Realizó una descripción clínica más completa y más matizada. Estos cuadros los consideró como unas manifestaciones de la misma enfermedad, y se basó en la historia familiar (en el carácter hereditario), en la similar sintomatología afectiva, en la alternancia de las fases maníacas o las melancólicas con unas fases de remisión, y con un pronóstico benigno (siendo esto último un elemento clave en el diagnóstico diferencial con la demencia precoz).

Delimitó la esquizofrenia (a la que llamó Demencia Precoz) y el trastorno bipolar (al que llamó Psicosis maníaco depresiva). También argumentó las influencias que tenían en las recaídas de las variables sociales y las que suponía como psicológicas.

No logró documentar la enfermedad con unos hallazgos procedentes de las necropsias, y por ello la consideró como una enfermedad mental de las funciones psicológicas.



Las tesis de Kraepelin han sido las dominantes hasta la década de los años sesenta del pasado siglo XX en la que por fin se establece una línea fronteriza entre los llamados trastornos afectivos unipolares y los llamados trastornos afectivos bipolares. Fué, en 1957, Leonhard quien clasificó las psicosis endógenas en las cicloides, en la esquizofrenia y las afectivas, y ,a estas últimas, en las formas monopolares y las formas bipolares. Es de aquí que nace el concepto contemporáneo del conocido hasta la actualidad como trastorno bipolar.

En 1949, J. Cade, australiano, descubre el poder antimaníaco del carbonato de litio y con ello salvó más vidas que nadie en este contexto de la afectividad. Importantísimo descubrimiento este que no suena en la Historia de la Medicina con la debida intensidad proporcional.


En 1952 surge la primera edición (DSM-I) del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, de la American Psychiatric Association. Se trata de una clasificación de los llamados trastornos mentales con el firme propósito de ofrecer unas descripciones lo más claras posibles de las distintas categorías diagnósticas, con el fin de que tanto por un lado los clínicos como por otro los investigadores pudieran diagnosticar, estudiar e intercambiar la información y dar un tratamiento homonominado a los distintos supuestos trastornos mentales.

Son estos distintos manuales ( los DSM) unos instrumentos realizados a partir de los datos empíricos y con una metodología descriptiva, al objeto de conseguir una mejora de la comunicación entre los clínicos de unas variadas orientaciones, y de los clínicos en general con los investigadores mas diversos. Por ello, no tienen la pretensión de explicar las diversas patologías, ni la pretensión de proponer unas líneas de tratamientos farmacológicos o psicoterapéuticos, así como tampoco la de adscribirse a una determinada teoría o a una corriente específica dentro de la psicología o de la psiquiatría en Occidente.

El DSM-I surgió como una variante de la CIE-6 (la Clasificación Internacional de las Enfermedades, en su 6ª edición). Pues bien, en esta edición por primera vez la CIE incluyó un apartado sobre los supuestos trastornos mentales. As. Tenemos que debido a la investigación se han ido generando unas nuevas versiones de cada uno de ellos (del DSM y de la CIE). En estos tiempos el DSM publicará algún día la versión DSM-V y la CIE utiliza su versión CIE-10.

Hoy existen numerosos profesionales de la salud que no están de acuerdo con la clasificación del DSM, ya que muchos elementos del llamado espectro bipolar se quedan fuera de él. El espectro bipolar incluye, entre otros, al trastorno bipolar I (manías intensas), al trastorno bipolar II (depresiones mayores con hipomanías), a las ciclotimias (Hipomanías recurrentes con depresiones menores), a las hipomanías crónicas leves (hipertímicos), a las depresiones de inicio temprano, a las depresiones en temperamentos ciclotímicos, a las hipomanías y a las manías inducidas por fármacos, a las depresiones que responden a los estabilizadores del ánimo, a los cuadros mixtos…


 

modificado el 06/01/2013 e.c.

Extractos del libro: La Neurología y el Humor Bipolar 

Pylon & Sánchez